¿Por qué desaparecen carreras en plena fiebre del trail?
La Marató de Borriol, una de las históricas, última en anunciar su desaparición
Hace unas semanas conocíamos la noticia de la cancelación de la Marató de Borriol, popularmente llamada MABO, una de las carreras con más tradición en el calendario nacional de trail running. Por eso sorprende tanto. Y es que el evento castellonense llevaba 13 ediciones celebrándose con éxito. Es la última en sumarse a una lista de pruebas de montaña que, por diversos motivos, deciden retirarse. El caso de la Marató de Borriol es, sencillamente, por agotamiento. O eso deja entrever el comunicado oficial anunciado el pasado 19 de septiembre por el Club Muntanyer La Pedrera, organizador del evento.
En dicho comunicado el club decide poner fin a trece años de MABO explicando de manera sencilla que «nos hemos vaciado y necesitamos un descanso, tomar aire y disfrutar del deporte que nos apasiona». Y es totalmente comprensible. La organización de un evento de primer nivel como era la Marató de Borriol (que acogió en 2018 el Campeonato de España FEDME individual y por selecciones, y en su última edición el de Clubes) implica un esfuerzo, un tiempo y una dedicación humana que, en la mayoría de los casos, no tiene más recompensa que la satisfacción personal. En otras palabras: no se obtienen beneficios económicos suficiente para subcontratar ciertas tareas.
Fuentes cercanas al Club Muntanyer La Pedrera nos han informado de que los creadores del evento y principales dirigentes llevaban años invirtiendo demasiado tiempo personal y familiar en la MABO. Un esfuerzo que ha sido posible mantener más de una década gracias a la pasión por la montaña y el deporte, pero que, con el paso del tiempo, ha sido insostenible. El desgaste general unido a la falta de nuevos miembros del club que quisiesen tomar el relevo en los diferentes cargos, provocó la decisión de suspender la carrera esta temporada. Una suspensión que, lamentablemente, no parece ser puntual.
La Marató de Borriol es uno de los casos más llamativos por su historia y tradición, ya que empezó a celebrarse antes de la eclosión de las carreras de montaña en nuestro país. Pero, posiblemente, el caso más doloroso que recordamos es el de la Maratón de Galarleiz, pionera en España en materia de trail running. Tras 22 años de historia abriendo camino en cuanto a carreras de 42 kilómetros en terreno de montaña (1995-2006), la organización, al mando de un tipo brillante como es Pedro Galarza, anunciaba hace tres años que «El Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación de Bizkaia nos ha informado de que el ZEC de Ordunte es zona especial de conservación de especies silvestres y, por tanto, se prohíbe la celebración de eventos de participación masiva». En este caso fueron motivos medioambientales los que ponían fin a un ciclo de más de 20 años de carrera en la cordillera de los montes de Ordunte.
Si bien el boom de las carreras de montaña en nuestro país ha posibilitado una amplísima oferta en el calendario de eventos, la concienciación sobre el Medio Ambiente, cada vez más presente en las instituciones competentes, ha chocaco de lleno con los intereses de las empresas y clubes deportivos de montaña. Sin obviar, claro está, las decisiones políticas, que en algunos casos también han influido de manera decisiva a la cancelación o el aplazamiento de diversas carreras de montaña.
Los casos de Gorbeia Suzien y Tres Valles
Como vemos, hay motivos de diferente índole y naturaleza que influyen en la celebración o, en este caso, cancelación de las carreras de montaña. No solo ambientales o políticos, sino también económicos o sociales. La falta de apoyo institucional, la competencia ante una agenda cada vez con más alternativas para los aficionados y, sobre todo, el esfuerzo, el tiempo y la entrega que requieren estos eventos (logísticamente complicados por abarcar enormes zonas naturales con terreno abrupto) se unen a la lista de argumentos que en muchas ocasiones explican la desaparición de una carrera.
Más paradójico fue el caso de la despedida de Gorbeia Suzien, que sorprendía en enero de 2018 anunciando su cancelación tras seis exitosos años en los que agotó fácilmente sus dorsales y acogiendo además el Campeonato de Europa de skyrunning en su última edición. En el comunicado oficial que entonces lanzó el club no se esclarecían las causas: «este año, por diferentes motivos, nuestra carrera no verá la luz». Afortunadamente para los aficionados vascos, la suspensión de Gorbeia Suzien fue puntual, regresando al calendario el pasado mes de septiembre con importantes atletas en su nómina como Aritz Egea, Ismail Razga o Pere Rullán.
Un caso más particular y llamativo es el de la carrera salmantina Tres Valles, que decidió cambiar su periodicidad y celebrarse cada dos temporadas. Un modelo inédito en España pero que practican otras pruebas de prestigio internacional como el trofeo Kima italiano. «No queremos agotar la carrera, todo lo contrario, darle valor a un lugar tan especial como es la Sierra de Francia; de ahí nuestra decisión», argumentaba Manuel Gómez, director y creador de la prueba de La Alberca. Y así lo hizo. Descansó en el año 2018, regresó esta temporada y, a priori, volverá a descansar el próximo curso.
De los incendios de Canarias al desgaste psicológico
Esta temporada no ha sido ajena a las cancelaciones de algunas pruebas de montaña. La que causó más impacto, por su controversia, fue Guarriana Trail, carrera que además formaba parte de la Copa de España FEDME de Carreras en Línea. Precisamente, este factor fue decisivo para que, tras diversas negociaciones entre las instituciones competentes, el Ayuntamiento de Cabezón de la Sal (término municipal por el que transcurre) denegara el permiso para su celebración. En la página web de la prueba cántabra todavía se puede ver el comunicado de la organización explicando el conflicto que causó la decisión de la suspensión, afirmando que se consideran «víctimas de una guerra que no es nuestra».
De manera excepcional y por motivos bien diferentes, en este año 2019 también se ha cancelado la décima edición de Tamadaba Trail, prueba canaria que se ha visto seriamente afectada por los graves incendios que sufrió la isla en verano. Con esta coherencia lo explicaba la organización en un comunicado oficial: «Creemos que la prioridad en estos momentos es recuperar en la medida de lo posible nuestro paisaje y nuestro entorno; debemos dar tiempo a que la propia naturaleza sane sus heridas poniendo lo que tenemos a nuestro alcance».
El presente curso también nos deja la suspensión de la II Bocineros Deiadar Xtreme, prueba puesta en marcha por el club Trail 52 Sport Mendi, creador del circuito de ultradistancia Basque Ultra Trail Series. La retirada en última instancia del patrocinador principal del evento y el escaso número de inscripciones (47, 49 y 45 respectivamente en sus tres modalidades) obligaron a la organización a suspender la carrera, como así anunciaban en un comunicado en su página web. Además, una de las encargadas de la Secretaría Técnica del club, Raquel Mateos Sánchez, profundizaba, ya en primera persona, en el Facebook oficial de Bocineros Deiadar Xtreme, en los motivos de la cancelación del evento, alegando también un desgaste psicológico, físico y económico causado por terceros.