Pablo Villa: “Es verdad que no acabo de rematar en una carrera grande, pero vamos a ponerle solución”
El leonés asegura tras retirarse en el UTMB que es muy fácil opinar desde la distancia y no descarta que la presión o el estrés hayan afectado a su rendimiento. “Estoy en el mejor momento de forma de siempre”
Pablo Villa, junto a Álvaro García. / ARTEDEPORTIVO
Ocultar la sonrisa de Pablo Villa (León, 1988) no es una empresa sencilla. Cuesta encontrar una imagen, un instante en el que el leonés tuerza el gesto o desdibuje un semblante pícaro, bregado en mil y una fechorías, normalmente deportivas.
Sin embargo, debajo de esa tez alegre, extrovertida, muchas veces se ocultan montañas que no tienen porque ser cuasi ‘montblanes’ u ‘vizcodillos’ -por aquello de barrer para casa-.
Villa, de trayectoria internacional en las cumbres, bautizado por los más grandes y enrolado en las filas del todopoderoso equipo Salomon, sufre en silencio. Se pregunta en silencio. Se analiza en la soledad de él mismo, solo abierta para unos pocos. “La familia y los amigos más íntimos conocen todo lo que hay detrás”, agrega tímidamente, lejos de buscar excusas para su abandono en Los Alpes, en la modalidad de TDS, en la meca de las carrera de montaña, en el Ultra Trail de Mont Blanc.
El leonés admite un problema… Busca soluciones contrarreloj, apremiado por su propio orgullo competitivo. Sin él y sin su carácter y la propia adrenalina “de entrenar fuerte y competir”, habría dejado este deporte hace mucho. Pero, ¿qué le ocurre a Pablo Villa? ¿Qué pasa por su cabeza después de sufrir lo insufrible para llegar a la meta en el Desafío Somiedo o decir adiós por adelantado en el UTMB?
– Han sido muchas horas de reflexión, ¿qué pasa por la cabeza de Pablo Villa?
– Solo quiero olvidarme de la carrera… Siento rabia, impotencia… y tristeza.
– Le habrá dado vueltas y más vueltas… ¿A qué conclusiones ha llegado?
– Como bien decia mi entrenador, llegaba al TDS en el mejor momento de siempre. Hasta que tuve los problemas en el estomago iba controlando la carrera, sin ponerme nervioso. Iba muy tranquilo en las bajadas y recuperaba en las subidas. Todo estaba controlado. Iba muy bien de pulsaciones, hasta que empecé a vomitar. Lo único que hice fue comer un platano en el kilómetro 35… Que claro, me sentó fatal. Empecé a vomitar, y tuve que parar, dejando la carrera segundo poco antes del kilometro 60.
Pablo Villa, en la meta de Somiedo. / TRAILCYL
– ¿Llegó a plantearse seguir? En Somiedo, pasó algo parecido y terminó casi más por terquedad que por otra cosa…
– Es una carrera muy larga, tienes que valorar muy bien qué te pasa. No te puedes plantear parar al mínimo contratiempo, porque si no en la mitad de los ultras abandonarías. Cuando me puse a vomitar lo primero que quería era solucionar el problema y seguir… Intentas ver si el estomago se asienta, bajas el ritmo a ver si lo asientas y recuperas, y no pienso en abandonar. Pero la ultima vez que vomité, eché el litro y pico de la ultima hora. Además, me quedé frío y la temperatura corporal ya no era buena. En definitiva, el médico me recomendo dejarlo.
– ¿Cree que puede haberle afectado algo más? ¿Presión, estrés… Que exista algún componente más psicológico que físico?
– La verdad es que ha sido un palo, porque llegaba muy bien de forma, con muchos entrenamientos en las piernas. No podría decir si ha sido el estrés o la presion. Hay que analizar, y habrá que ver por qué me pasa esto.
– Le noto preocupado…
– Sí, porque es verdad que no acabo de rematar en una carrera grande, pero voy a ponerle solución. Ya estoy trabajando en ello. Ahora quiero pasar página. Es lo que hay. Te jode, porque lo llevas preparando mucho tiempo. No es una carrera que la haces de pasada. Invertí muchas horas. En julio y agosto doble las horas de entrenamiento de en 2016, con más de 86 horas… Y cuando en carrera las sensaciones son tan buenas, vas tán facil… Te da más rabia. Ahora lo único que puedo hacer es buscar solución a los problemas que tengo y corregirlos para la próxima carrera.
– ¿Se vería ganando en Chamonix?
– Mi entrenador, María -por su pareja- y yo sabiamos que llegaba muy bien de forma, es más la mejor de siempre. Nunca había ido dominando la carrera tan fácil. Iba frenado y dominándolo todo… No sé si hubiese ganado a Lanne. Llegó justo a meta. Ganó bajando, porque en las subidas no iba nada cómodo… Pero fue el mejor.
– ¿Le molesta que pueda pensarse que falla en las grandes citas?
Sí. Ya he dicho que no acabo de rematar, pero solo me afecta lo que me diga la gente más cercana a mí. Es muy fácil criticar desde una pantalla… Yo no me atrevería.Hay muchas cosas detrás de un deportista. No se puede juzgar al libre albedrío sobre alguien que no conoces. Te pueden juzgar y opinar los más cercanos, los amigos, la familia… Pero un aficionado se debería de limitar a disfrutar de los buenos resultados de un atleta y lamentarse si no salen bien y esperar que la próxima lo haga mejor… El problema que tamién tengo yo es que a nivel exterior soy una persona alegre y positiva, y la gente se piensa que no hay problema detrás. Solo ven al deportista y los resultados. Tengo la sensación de que siempre hay algo que me va a poner más difícil la carrera. En el Mundial, por ejemplo, fueron los esguinces.
– ¿Va a intentar aprovechar este momento de forma en alguna carrera próxima?
– Quiero aprovechar, y estar en Ultra Pirineu, y hacerlo lo mejor posible, por ganas no será. Ya he pasado página.