Las Verdes Trail, corazón de pastor
La carrera de Torre de Babia recupera bellos senderos olvidados utilizados por la trashumancia durante los dos últimos siglos. El ascenso a la Lagua de Los Verdes cautivará a los participantes en la prueba del 15 de julio
El leonés Sergio Alonso, ganador en 2006 junto a Rubén Mediavilla. / TRAILCYL
Era una senda recóndita, en una comarca perdida, lugar de descanso para los reyes leoneses en la Edad Media, espera Babia. Con sus verdes prados, alimentados por el agua durante todo el año y custodiados por esas decenas de montañas formadas por caliza que permiten al explorador vivir su propia aventura gracias al gran complejo de simas, cuevas y corrientes subterráneas, que pueblan la comarca.
Babia, y en el corazón, Torre de Babia, un municipio de marcada trayectoria pastoril y ganadera como toda la zona, en la que cada verano Las Verdes Trail permite a sus orgullosos vecinos mostrar parte de su riqueza paisajística.
La prueba deportiva, que cumplirá el próximo sábado 15 de julio su tercera edición, se ha convertido en un acontecimiento para la localidad. Por fin, senderos y sendas abandonas por la falta de uso, recobran su esplendor para una carrera de 19 kilómetros y 1.200 metros de desnivel positivo, que no deja indiferentes a los participantes. “Nos esforzamos para que cada vez haya más camino, más montaña. Que disfruten de una comarca diferente”, explica Manuel Díez, director de la prueba y un apasionado de su tierra.
Manuel, al igual que el resto de babianos, han crecido viviendo la trashumancia. “Siempre llegaban y llegan los rebaños trashumantes de Extremadura, y justo la carrera pasa por dónde pasan el verano estos rebaños por Vega Vieja y la Majada de Las Verdes, donde las ovejas comen en los pastos verdes de altura”, afirma el responsable de la organización.
Las Verdes Trail, para cuya carrera permanecen abiertas las inscripciones, dispone de un recorrido “asequible”, en palabras de Manuel Díez, aunque incluya algunas partes más técnicas para los amantes de la montaña.
Una corredora asturiana, en la edición de 2016. / TRAILCYL
La carrera, busca unir esa tradición pastoril, a través del pueblo, y de productos técnicos para montaña de lana de merino, que ha conseguido a través de la marca sueca Kask of Sweden, que apoya su programa de ‘Embajadores Merinos’ de la carrera, una de las propuestas más singulares y originales que permitirán que los participantes dispongan de productos de alta calidad para la montaña.
Y si los caminos trashumantes no son suficiente desafío para el visitante, la carrera incluye en la presente edición el ascenso a la espectacular Laguna de las Verdes, donde a buen seguro, las ovejas llegarán con anterioridad, abriendo huella para los más rápidos.
Será una de las partes más espectaculares de la ruta ovina, antes de llegar hasta el punto más alto de la carrera, el Chabuezo (1.976 metros), desde donde Babia y su belleza, esperan a los corredores. Bien valdrá unos segundos para contemplar las verdes dehesas, antes de imbuirse en una bajada técnica, por roca caliza hasta el Collado la Cueña.
Un paso junto a la Laguna la Recoleta (1.800 metros) y el Collado de Veiga Redonda (1.776 metros), con el posterior ascenso al Pico de Michos Prietos (1.921 metros) marcarán el devenir de la carrera, antes de la gran bajada final, por la Guariza, para regresar a Torre de Babia. Será ese momento, el que con o sin ovejas, solo o en rebaño, el deportista será consciente del significado de la historia de Babia y su corazón transhumante.