Azara García “No me creí que volvía a competir hasta prácticamente la línea de salida”
La corredora cántabra del Team HG Amlsport cuenta cómo ha vivido la vuelta a la competición tras su victoria en la Fjällmaraton, en Suecia. También habla del futuro de las competiciones en España tras la cancelación de sus grandes objetivos
Azara regresa a la competición motivada e ilusionada. TRAILCYL
Azara García de los Salmones regresaba este pasado fin de semana a la competición en la carrera sueca Fjällmaraton, que forma parte del circuito Spartan Trail. Allí la cántabra se subía de nuevo al primer escalón del podio tras completar los 100 kilómetros y 3.500 metros de desnivel positivo de la prueba en 10 horas 37 minutos y 52 segundos.
Tras más de cuatro meses sin carreras llenos de incertidumbre, la corredora del Team HG Amlsport ha vuelto “muy motivada e ilusionada”. Aunque reconoce que ha sido un poquito raro y con muchas dudas “por no saber cómo estaba después de tanto tiempo”. El confinamiento la obligó a cambiar sus rutinas de entrenamiento teniendo que adaptarlas a una situación nueva para todos. Y a pesar de que “el último mes antes de la carrera ha habido entrenamientos muy buenos, la falta de competición te hace llegar a la línea de salida con mil dudas”, reconoce.
No obstante, lo que marcó el fin de semana de Azara García de los Salmones fue la alegría que suponía volver a colgarse un dorsal. Un momento mágico que la del Team HG no podía creerse hasta que “prácticamente estuve en la línea de salida”.
“Todo ha estado muy controlado”
“Ha sido raro”, afirma. Y es que a este largo periodo alejada de la competición había que sumar, además, las medidas de seguridad que la organización de la Fjällmaraton debían adoptar por la pandemia del coronavirus. Algo que para Azara se ha hecho “todo lo bien que se podía hacer, ha estado todo muy controlado”.
La salida fue esta vez diferente y es que como explica Azara pasaron allí “el tiempo justo para colocarnos y salir, antes estábamos todos separados calentando cada uno por nuestra parte”. Una distancia de seguridad que también se mantuvo en los avituallamientos. Allí, muchos corredores como Azara contaban con la ayuda de sus familiares. La cántabra tenía a su marido Álvaro quien “me preparaba todo y así solo yo tocaba mis cosas”.
“No creo que este año podamos competir en España”
Ahora, y tras este intenso fin de semana en el que Azara García de los Salmones volvía a recuperar la sonrisa al colgarse un dorsal y volver a ganar, la pregunta era obligada: ¿habrá competiciones pronto en España? Aunque la cántabra intenta alejarse del pesimismo, lo ve “muy complicado, yo no tengo mucha expectativa de poder competir nada en nuestro país este año”. Y es que “se han ido cayendo todas las pruebas que teníamos previstas, incluso ya Penyagolosa Trails y muy probablemente también lo haga Haría. Es una pena”.
Cada cancelación es para Azara “un palo”. En los últimos meses ha visto como sus grandes objetivos desaparecían, obligándola a buscar nuevas metas y a rehacer un calendario donde cada vez hay menos opciones. Por el momento, y cumpliendo siempre con las medidas sanitarias oportunas, intentará “seguir en la competición aunque sea de manera internacional, al fin y al cabo este es nuestro trabajo”. Así, el próximo mes de septiembre “si todo va bien correré en Francia y en noviembre en la Patagonia”.
“No me parece normal ni justo el trato que está teniendo nuestro deporte”
El confinamiento fue un momento muy duro para el mundo del deporte. Y, aunque la nueva normalidad parecía traer un halo de esperanza, no está siendo como se esperaba al menos en el trail running.
Azara, muy crítica con esta situación, apunta que “no me parece normal y tampoco justo que un deporte como el nuestro en el que no hay contacto no pueda llevarse a cabo. No veo por qué tanta pega al deporte y en concreto al nuestro, ni ahora ni durante el confinamiento”. Y es que, explica, entiende “que en ciudades grandes que podían juntarse en un parque 500 personas se impidiese hacer deporte, pero si tú sales al monte y es muy fácil mantener la distancia”.
“Esto es un sinsentido”, afirma mientras lo compara con terrazas llenas y gente de fiesta por las noches.