“Ahora me dedico a sobrevivir en un país que no tiene memoria deportiva”
Raúl García Castán funde los laureles de campeón nacional y de Europa en horas de trabajo en una fábrica y como celador en la piscina de La Granja de San Ildefonso. “Cuando estás arriba, hasta el primo del abuelo del político de turno quiere una foto contigo”
Raúl García Castán encarna a la perfección ese estereotipo de corredor de montaña -o por montaña-. Bohemio, pero competitivo. Místico, pero calculador cuando la senda se encarama. Despistado en la tarea más ligera, pero incapaz de olvidar la meta cuando huele el aroma a victoria, a gloria… Sería capaz de llegar tarde a su velatorio, pero siempre en hora cuando el destino es aquel pico de no sé qué montaña.
Raúl García Castán se proclama campeón de Europa en los Dolomitas (2009). / ISF
Padre de corredores, inspiración de corremontes, figura de ilustradores… Dada es su demostrada habilidad tanto en zapatillas como a la hora de juntar palabras en sus libros, diarios de viaje para cientos de montañeros, de los que ahora bautizan como “ligeros”.
Raúl contempla desde su pequeña ventana en el Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, a la vera de Guadarrama, cómo evoluciona ese “mundillo” que terminó por convertirle en progenitor de la patria del ‘trailrunning’ en España. Campeón nacional no sé cuantas veces, incluso de Europa, en aquel versículo de su obra ‘Con los pies en la Sierra’, en el que nos trasportó al interior de la cabeza de un campeón pocos kilómetros antes de conseguir su gran gesta, y nada menos que en los Dolomitas y rodeado de italianos. “Ahora echo la mirada atrás, y no me daba cuenta de lo que corría. ¡Qué coño! ¡De lo bueno que era!”, admite.
El segoviano, a quien no se le puede dar por muerto, porque cómo bien reflejó su idolatrado José Zorrilla en el Tenorio “Los muertos que vos matáis gozan de buena salud”, vive la madurez deportiva “sobreviviendo” entre entrenamientos “de calidad” y “competiciones para mantener el nivel”.
“Me molesta un poco el desconocimiento de la historia de este deporte”
García Castán firma un ejemplar de uno de sus libros. /TRAILCYL
Raúl asegura que “sobrevive”, porque apenas tienes tiempo para entrenar a lo largo de su día a día, y ni mucho menos para alcanzar las casi 150 kilómetros que dedicaba a la semana a “volar” por las cumbres de su querida Guadarrama, territorio del bandolero segoviano.
“Realiazaba muchas sesiones entre 2008 y 2010, mi mejor momento”, indica García Castán, quién a sus 46 años mira con rabia el calendario, incluso, el reloj, cuando inicia su jornada laboral a las seis de la mañana en una empresa de vehículos especiales en Segovia. “No hay horas en el día. Entreno poco o nada, pero hago por competir todo lo que puedo, y eso me da un bagaje más que aceptable”, defiende el ganador de la última edición del Maratón Blanco Jacetania, o doble campeón de España veterano con la selección de Castilla y León, en 2015 y 2016.
“Me da rabia, porque sé que podría estar mucho mejor, pero es lo que hay”, señala un deportista acostumbrado a defender los colores del equipo español, pero contrariado por la falta de memoria. “En este país no existe la memoria deportiva. Enseguida se olvidan de uno. Cuando estás arriba, hasta el primo del abuelo del político de turno quiere una foto contigo”, añade.
Al segoviano también le molesta “el desconocimiento general” que existe entre los recién llegados a este deporte. “No conocer la historia de las carreras por montaña y participar en ellas, es como el que juega al fútbol y no sabe quién es Zidane. Da lo mismo que te hayas estado partiendo el espinazo, que no hay memoria, ni recuerdo“, afirma un deportista que suma a su trabajo matinal, su labor como celelador en la piscina municipal de La Granja.
“Al final, tienes que buscarte la vida. Antes, el entrenamiento, las carreras, la competición… eran mi vida. Ahora, hay que pensar también en otras cosas”, defiende García Castán, quien huye de la imagen del “abrazaárboles” en la montaña. “No vamos a engañarnos. Yo soy competitivo, y los que me han rodeado lo han sido siempre. Otra cosa, es que quieras defender unos valores y que la montaña te los inculque, pero a la hora de competir, a todos nos sale el cuchillo“, subraya con rotundidad un deportista que evita hablar de objetivos para 2017.
“Es imposible… Por mis trabajos, y porque tal y como está estructurado el calendario es de locos. Es un disparate preparar algo, con la intención de competir. Campeonatos de España, Campeonatos del Mundo, de Europa… No sé cuál es la solución, pero todo esto resta protagonista al deportista”, concluye el segoviano.
Muy bueno el artículo. Enhorabuena.
Es difícil leer cosas sobre corredores que no están en su máximo explendor.
Muy interesante el tema del desconocimiento. Y es que es una pena lo poco que se conoce del pasado, y eso que es reciente, del mundo de la CxM. Creo que es interesante incluso ir unos años antes de ese periodo 2008-2010 apoteósico que comenta Raúl. Incluso un poco antes de su primera victoria en campeonato de España de 2006. Eso nos podría llevar al 2004 en el que Raúl García Castán ya con 33 años corría la Copa de España de carreras de montaña y era capaz de entrar entre los 10 primeros. Era un buen corredor, bastante por detrás de un monstruo como era Fernando García que en paz descanse, dominador de aquella época junto a Agustí Roc, pero era algo lógico, Fernando llevaba toda una vida demostrando que era un campeón, desde niño. Raúl pasaba de ser un joven que había practicado algo de ciclismo a entrenar duro por el monte. Nunca había destacado en competición deportiva de ningún tipo y eso que ya contaba con 33 años, edad en la que cualquier joven con talento ya se ha cansado de demostrarlo una y mil veces.
Aprovechando su privilegiado entorno montañero Raúl se entrega a los entrenamientos en aquella época pero las cosas no salen bien, el mismo contaba como problemas de anemia le dejaban fuera de juego. En esta entrevista lo contaba:
http://mendikolasterketak.blogspot.com.es/2011/04/entrevista-raul-garcia-castan-270411.html
Ahí mismo encontramos la clave: La aparición de Víctor López. Desde entonces la palabra anemia no volvió a encontrar acomodo en el sistema endocrino de Raúl. Los entrenamientos se endurecen, pero todo fluye de manera demoledora e implacable, si un solo bajón en 5 años seguidos que vio 5 victorias consecutivas. En un sistema cardiovascular infinito apoyado en una musculatura cada vez más evidente el límite solo lo terminaron poniendo los tendones.
Para los que no desconocemos la historia, no solo la de 2006 en adelante, sino también la anterior, el salto absolutamente galáctico entre pasar a ser deportista aficionado a ganar un campeonato de Europa siempre fue de difícil comprensión. Todo basado en la historia, la misma que cita Raúl, y la misma que nos lleva a saber quien fue Víctor López, gran corredor de cross segoviano de la época de Antonio Prieto. Corredor este último que formo cuadra de entrenamiento con Víctor y con otros tantos. Una época, mediados y finales de los 80, de concentraciones de la mano de los Pascua Piqueras, entrenadores caídos en desgracia por obra y gracia de operaciones caninas contra el dopaje. Una época en la que Eufemiano Fuentes, de la mano de estos entrenadores, coqueteaba a sus anchas tanto con el ciclismo como con el atletismo. Todo esto es fruto de la historia y el conocimiento, que como bien dice Raúl no se debe perder y por tanto se debe recordar.
Ya para terminar una carrera muy significativa de Raúl, la Zumaia de 2010 en la que se enfrentó mano a mano al dopado Aitor Osa. Raúl consiguió vencer a un deportista de élite que lo era desde hace muchos años, no desde que ya tenía más de 30. Alguien sometido a durísimos entrenos desde siempre, pero que además iba dopado porque terminó dando positivo por EPO: Aitor Osa. Y Raúl, alguien que había practicado ciclismo sin conseguir desatacar en absoluto, habiendo empezado a entrenar más duro a los 33, ya con 40 años es capaz de ganar a Aitor Osa estando este último entrenado y dopado. Desde luego una carrera para el recuerdo. Para la historia de los que les gusta saber cómo han sido las cosas. Para sacar conclusiones en definitiva.
Nos ha gustado muchísimo su comentario. Un saludo y gracias por compartir su conocimiento.